Han terminado las meditaciones sobre las obras de misericordia que nos han ocupado durante dos semanas. No sé qué opináis los lectores de este blog. Tal vez os haya parecido atrevido o disparatado que intentara un diálogo entre el evangelio del día (hoy, la epístola) y la obra de misericordia, siguiendo el orden habitual de estas. Es posible también que penséis que he manipulado los textos, aunque soy de la opinión de que la Palabra de Dios puede iluminar cualquier situación, cualquier problema, cualquier cuestión; que es verdaderamente “viva y eficaz” y que con ella se puede entablar un auténtico diálogo. No soy biblista, pero son ya veinte años tratando de unir la Palabra con la vida, y en este mismo Canal, entre mayo y junio, ya dediqué dieciséis entradas a dar una catequesis sobre la oración.
Os rogaría ahora que me dierais vuestra opinión mediante algún comentario o incluso con un simple emoji en esta entrada. Eso me ayudará a discernir si más adelante podría seguir por el mismo camino con algún otro tema. Muchas gracias y mi bendición.
Y una nota final: las imágenes de estas entradas -excepto las dos primeras- están protagonizadas por un niño. Ha sido un sutil intento de no dejar de introducir la enseñanza de Jesús: “si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos”. Jesús es el Hijo, el Niño de Dios que nos enseña a amar con obras, más aún que con palabras.
Buenos días. Todos sus comentarios nos ayudan a comprender y a hacer "vida" la Palabra de Dios, incluidos los relativos a las Obras de Misericordia. No nos abandone!... muchas gracias.
ResponderEliminarGracias. El esfuerzo entonces vale la pena.
EliminarMuchas gracias, padre, Manuel, por todas sus reflexiones diarias, las esperamos con verdadera ilusión,, nos ayudan orientarnos.
ResponderEliminarYo la leo y después, la mayoría de los días, se la reenvío a mis cuatro hijos y a mi marido.
El Señor le bendiga y la Virgen le siga llevando de su mano.
Pido por usted y todos los sacerdotes
Gracias. Me doy por felicitado para mañana que es la fiesta de nuestro patrón el Santo Cura de Ars. Dios te bendiga, a ti y a tu familia.
ResponderEliminarSus aportaciones son una gran riqueza para mi alma, me ha parecido precioso unir las obras de misericordia con la Palabra de Dios, en ese diálogo tan fructífero; me ha sorprendido muy gratamente. Muchas gracias, Padre Orta!!
ResponderEliminarPadre Orta, yo acabo de descubrir este blog, por favor no deje de publicar! Gracias por su programa en Radio María cada mañana, Dios lo bendiga, rezaré por usted!
ResponderEliminar