sábado, 29 de noviembre de 2025

UN AÑO DESPUÉS


    Hoy hace exactamente un año —365 días justos— que comencé a escribir en un canal de Telegram. Nació como una sencilla ayuda para el Adviento de 2024, sin otra pretensión que ofrecer un pequeño apoyo para la oración de cada día. Cuando terminó el Adviento, resultaba evidente que aquella tarea debía continuar. Después vinieron los días ordinarios, las fiestas, los domingos, los tiempos fuertes… y Dios seguía empujando suavemente, pidiendo más. Por eso decidí también publicar los artículos diarios en este blog.


    No sois un grupo numeroso de lectores. Más bien un puñado de personas que leen y que acogen estas reflexiones, que también publico en mi canal de Telegram. Las entradas que escribo requieren un tipo de lector atento y paciente, que desee acercarse al Señor. No siempre mis textos son fáciles, ya que procuro hacer pensar o intento enseñar a mirar con atención. No sé —ni lo sabré nunca, quizá solo en el cielo— el bien concreto que estas líneas hayan podido hacer. A veces llega un comentario, una palabra amable de agradecimiento, una felicitación… o un simple emoticono que parece poca cosa y, sin embargo, puede decir mucho: “me ha ayudado”, “lo necesitaba”, “perfecto”, “gracias”. Con eso basta. El Evangelio es así: obra en silencio, donde no lo vemos, donde solo Dios mide el alcance.


    Hoy me pregunto si debo continuar. No por agotamiento de ideas ni por desaparición de la inspiración, sino por los límites que imponen el cuerpo y el tiempo. Escribir a diario, aunque a mí mismo me hace bien, también me exige y me fatiga; los días van teniendo cada vez menos horas. Nunca pensé de verdad que esta andadura duraría tanto.


    Por eso, en este aniversario, no quiero decidir nada todavía. Solo quiero pediros una sencilla oración: una oración de intercesión por mí, para que el Señor me muestre lo que Él quiere. Y si su voluntad es que siga, que Él mismo me dé ánimo y ganas, y me conceda saber decir lo que Él quiere que diga, de manera que estas líneas puedan seguir siendo un apoyo para quienes buscan cada día un minuto de luz y de gracia.

4 comentarios:

  1. Padre Orta, una vez más le doy las gracias por su tiempo y dedicación a escribir, por el bien tan grande que nos hace a mi familia, y también a las personas con las que me relaciono, a las que intento iluminar con sus enseñanzas. Rezamos por usted pidiéndole a Dios que se haga Su Voluntad. Gracias otra vez.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Sonia, por tus palabras que me llenan de aliento. En mi artículo de hoy 30 verás que, con ayuda de Dios, voy a tratar de seguir en el empeño de seguir publicando cada día. Mi bendición,

      Eliminar
  2. ¡El Señor le bendiga padre Manuel Orta!
    Pediré cada día por usted en mi rosario.
    Un abrazo muy fuerte y siempre agradecida por su ayuda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus oraciones, que serán la mejor ayuda que pueda tener. El Señor te bendiga también a ti,

      Eliminar