jueves, 6 de marzo de 2025

ELIGE LA VIDA


    “Pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que viváis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a Él, pues Él es tu vida”(Dt. 30,19-20).


    En nuestros corazones escuchamos continuamente una llamada divina. Dios nos ha hecho libres para acogerla libremente y decidir así nuestra respuesta. No es simplemente una llamada a elegir entre el bien y el mal. Se trata de algo más profundo y primordial: escoger entre la luz y la tiniebla, la vida y la muerte. O lo que es lo mismo: entre Dios y la separación de Él, entre el reconocimiento de nuestra absoluta pero filial dependencia de Él y nuestra rebelde emancipación.


    Su voz llega a nosotros envuelta en un susurro convincente, lleno de ternura: “Elige la vida”. Evidentemente, no una vida terrenal, biológica, que termina apagándose con el paso de los años, sino la Vida verdadera: aquella que brota de la fuente eterna y nos sumerge en el misterio mismo que es Dios.

    Por eso, este texto del Deuteronomio, que se lee en la misa de hoy, afirma: “Él es tu vida”. Y esto es extraordinario. No es que Dios nos dé la vida como algo ajeno a Él, sino que Él mismo es la Vida que nos colma, que nos habita y nos llama a existir en Él, a ser suyos para siempre.


    Para alcanzarlo, no se nos pide más que amarle, escuchar su voz y adherirnos a Él con todo nuestro ser. No se trata de un esfuerzo sobrehumano, sino de un abandono confiado en Aquel que es más íntimo a nosotros que nuestra misma intimidad.


    Quizás me hayan escuchado decir en alguna ocasión, o leído,  que el refrán castellano se enunciaría mejor así: “Dios propone y el hombre dispone”. Lo creo así: Dios no impone, solo invita. No obliga, solo atrae con su belleza infinita, con su amor sin límites. Y en nuestra decisión nos jugamos la Vida eterna.

    No permitamos que nada nos aparte de Él ni un solo instante. Pidamos que nos atraiga con la fuerza irresistible de su Amor y que, en cada decisión, grande o pequeña que debamos tomar, siempre escojamos la Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario