Páginas

lunes, 17 de marzo de 2025

ALIANZA DE AMISTAD


    “Hoy has elegido al Señor para que Él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz. Y el Señor te ha elegido para que seas su propio pueblo, como te prometió” (Dt. 26,17-18).


    Esta es la esencia de nuestra fe: una elección mutua que funda una amistad. No somos cristianos por una adhesión intelectual a doctrinas o normas, sino porque hemos respondido a la llamada de un Dios que primero nos ha elegido. 

    Tú has elegido al Señor, pero antes Él te eligió a ti. No se trata de una relación unilateral, sino de un pacto de amor donde ambas partes se entregan.


    Jesús nos lo revela con toda claridad: “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.” (Jn 15,16). 

    Su amor nos precede siempre. Nos ha mirado, nos ha amado primero, nos ha separado del mundo para hacernos suyos. Pero esta elección no es pasiva: pide de nosotros una respuesta. Elegir a Dios significa querer caminar con Él, abrazar su voluntad, vivir según su Palabra. No se trata solo de creer en Él, sino de vivir para Él.


    Y aquí está la fidelidad. Nuestra parte en esta amistad es la obediencia confiada, el respeto a sus mandatos y la escucha atenta de su voz. Su parte es cumplir fielmente sus promesas. Nos promete la salvación, nos promete su presencia, nos promete que donde esté Él estaremos también nosotros un día. No hay más alegría ni más esperanza que esta: ser elegidos por Jesús, ser suyos para siempre.


Señor Jesús, tú me has elegido para que sea tuyo. Yo también hoy te elijo a ti, para que seas mi único Dios. Ayúdame a serte fiel, a escuchar tu voz, a caminar por tus senderos. Fortalece mi amor y mi confianza en ti, porque tú eres el Amigo que nunca falla. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario