Páginas

domingo, 9 de febrero de 2025

HACER REVERENCIA

    Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: ‘Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador’. Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido” (Mc. 5, 8).


    En el evangelio de hoy, tras presenciar la pesca milagrosa, Simón Pedro se postra ante Jesús y, abrumado por el asombro y la conciencia de su propia indignidad, exclama: “Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador”. Este gesto de Pedro es una conmovedora manifestación de reverencia y reconocimiento de la santidad de Cristo frente a su propia pequeñez y pecado.

    La reverencia hacia Dios nace de la contemplación de su grandeza y de la conciencia de nuestra limitación. Al igual que Pedro, cuando somos testigos de sus maravillas en nuestra vida, ya sea a través de milagros inexplicables, signos evidentes, o de las pequeñas gracias de cada día, nos damos cuenta de nuestra fragilidad y de la inmensidad del amor y el poder de Dios.

    Esta actitud de humildad nos invita a una adoración sincera, reconociendo que, aunque somos “nada” ante la inmensidad divina, Dios nos ama y nos llama a estar cerca de Él. Porque la reverencia no es sólo, ni principalmente, temor o respeto, sino también una respuesta de amor y gratitud hacia Aquel que, siendo todo, se acerca a nosotros en nuestra pequeñez.

    En muchas ocasiones a lo largo de mi vida no he podido orar sino repitiendo una y otra vez: “Tú todo, yo nada”. Creo que es una forma de interiorizar que Dios es la fuente de todo bien, y que nosotros dependemos completamente de su gracia. Más aún, esta confesión nos libera de pesadas cargas, nos permite confiar plenamente en Él y nos impulsa a vivir una vida de adoración y servicio, sabiendo que, aunque somos imperfectos, somos amados por un Dios perfecto.

    Que, al igual que Pedro, podamos reconocer nuestra pequeñez ante la grandeza de Dios y, desde esa humilde consideración, abrirnos a la transformación que su amor opera en nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario